¡En unos días daremos la bienvenida al invierno! Y es que se trata de una estación muy especial cuando hablamos de descanso. Los días se acortan, las temperaturas bajan y apetece mucho más refugiarse en el calor de la cama. Dormir bien en invierno te será mucho más fácil con estos tips para descansar mejor. ¡Toma muy buena nota y no te olvides de ponerlos en práctica!
Regula la temperatura
Dormir con más de 15°C de temperatura ambiente no es bueno para nuestra salud. La sensación térmica en la habitación debe ser templada si queremos mantenernos en buena forma física y descansar como corresponde. De esta manera, nuestro organismo puede activar sus mecanismos de termorregulación. Debes tener en cuenta que si nos abrigamos demasiado para dormir, el cuerpo se convierte en «perezoso».
Prepárate un baño caliente
Éste es, sin ninguna duda, unos de los mejores placeres que nos brinda el invierno. ¿Cuándo debes tomar el baño o la ducha caliente? Pues lo ideal es hacerlo una hora antes de irte a dormir. Así conseguimos que el cuerpo se relaje mientras mantiene alta su temperatura. ¡Añade sales de baño o flores secas y los efectos serán aún mejores!
Usa pijamas cómodos
No es nada recomendable irse a la cama vistiendo prendas ajustadas, con botones, cierres o cualquier objeto que pueda molestar durante las horas de sueño. Apuesta por un pijama cómodo y amplio de dos piezas, unos calcetines y será suficiente. Tampoco te abrigues en exceso, ya que, aunque es muy probable que la sensación de frío te acompañe al entrar en la cama, la temperatura comienza a subir progresivamente pasados unos minutos.
Mucho cuidado con la calefacción
Ya te hemos avisado en numerosas ocasiones de que no es bueno dormir con la calefacción (o el aire acondicionado en verano) durante toda la noche. Siempre que la tecnología te lo permita, programa la hora de apagado del equipo. También puedes encenderlo una hora antes de ir a dormir para caldear la estancia y apagarlo al irte a la cama.
Ropa de cama en capas
Las mantas deben colocarse de menor a mayor. De este modo, cuando te acuestes estarás más abrigado y, con el paso de las horas, puedes ir quitando algunas mantas sin perder el calor corporal siempre que lo necesites.